La Tienda de Batsheva
“Kesher haSod” (קֶשֶׁר הַסוֹד)
“Kesher haSod” (קֶשֶׁר הַסוֹד)
LA SIMBOLOGÍA DEL CARACOL
El cordón azul del tallit, conocido como “tejelet” (תְּכֵלֶת), se obtenía en la antigüedad de un tinte especial derivado de un molusco marino. Este tinte, llamado tekhelet en hebreo, era de gran importancia en el judaísmo bíblico y rabínico.
El caracol murex
El tinte azul que se usaba para el tejelet se extraía del caracol marino conocido como Murex trunculus. Este caracol produce una secreción que, al ser expuesta al sol, se convierte en un color azul intenso o púrpura. Este tinte era extremadamente valioso y se utilizaba no solo en el contexto judío, sino también en las ropas de la realeza y la nobleza en el mundo antiguo.
Significado del tejelet
1. Conexión con los cielos y lo divino:
• El color azul del tejelet simboliza el cielo, y a través de él, se buscaba recordar a los judíos la presencia de Dios y la conexión con lo celestial.
• En el Talmud (Menajot 43b), se dice que el tejelet “es similar al mar, el mar al cielo, y el cielo al trono celestial”.
2. Mitzvá del tzitzit:
• En la Torá, en Números 15:38-39, se ordena que las borlas (tzitzit) de las esquinas del tallit incluyan un hilo de tejelet. Este hilo azul servía para recordar los mandamientos de Hashem y evitar que el corazón y los ojos se desviaran.
• Sin embargo, con el tiempo, la técnica para obtener este tinte se perdió, probablemente debido a la dificultad de acceso al caracol murex y la persecución de las prácticas judías en ciertas épocas.
3. Resurgimiento en tiempos modernos:
• En el siglo XIX, varios investigadores, basándose en textos bíblicos y talmúdicos, identificaron al caracol Murex trunculus como la fuente del tejelet. Hoy en día, algunos grupos judíos han restablecido esta práctica, añadiendo el hilo azul a sus tzitzit.
Conexión espiritual
El uso del tinte derivado de un caracol, una criatura que vive en las profundidades del mar, puede tener un simbolismo espiritual profundo:
• Representa cómo incluso lo que parece humilde o mundano (un pequeño caracol) puede elevarse para ser parte de algo sagrado y conectado con lo divino.
• Es un recordatorio de que las raíces de la espiritualidad pueden encontrarse en la naturaleza y en los elementos más básicos del mundo creado.
Batsheva Jaya Efrat