LA PLANTA QUE TRAMUTA TU ESENCIA

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Enseñanza: 

La Semilla es el Alma de la Planta

“Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semilla y árboles frutales que den fruto según su especie, que lleven semilla en sí.”

— Bereshit / Génesis 1:11

Desde el principio, las plantas no fueron creadas como simple alimento.

Fueron palabras del Eterno codificadas en verde.

Cada planta lleva en su semilla un alma —un propósito—, y ese propósito fue asignado antes que el hombre existiera.

¿Qué es la semilla en el lenguaje espiritual?

La semilla es el alma de la planta, su código, su intención.

Cuando usamos una hoja, una raíz o un aroma, no usamos brujería ni superstición.

Estamos activando la propiedad que el Creador mismo sembró allí.

 ¿Dónde aparecen las plantas en la Torá y los profetas?

• El hisopo (אזוב) fue usado para la purificación de los leprosos.
  “Y el sacerdote mandará que se tomen para el que se purifica… madera de cedro, escarlata e hisopo.” — Vayikrá / Levítico 14:4
• La mirra y el incienso eran parte del servicio del Mishkán.
  “Toma especias aromáticas: estacte, uña aromática, gálbano y olíbano puro… será incienso aromático, obra de perfumista.” — Shemot / Éxodo 30:34–35
• Las ramas de palma, mirto y sauce se usan para regocijo en Sucot.
  “Y tomaréis el primer día fruto de árbol hermoso, ramas de palmas, ramas de árboles frondosos y sauces del arroyo.” — Vayikrá / Levítico 23:40

 ¿Y cómo se usan en la atmósfera del hogar?

Así como el Mishkán tenía aromas para consagrar el espacio, nuestro hogar es un santuario.

Las plantas purifican el aire, pero también sellan atmósferas, cortan energías densas y activan la presencia del Creador.

“Y pondré mi morada entre vosotros, y no os abominará mi alma.”

— Vayikrá / Levítico 26:11

• No hay planta sin propósito.
• No hay aroma sin dirección.
• Cada hoja que usas bien, responde al diseño de la creación.
• Lo que sana no es la planta, es la propiedad que el Eterno depositó en ella.